Una forma de abordar el trauma social
Hablar de trauma es entrar en el mundo de lo que la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, define como “sufrir o presenciar eventos en los que hay “muerte, lesiones graves o violencia” reales o de amenaza”. Sin duda estas situaciones provocan fuertes reacciones emocionales, físicas y conductuales, que tantas veces superan nuestros mecanismos de afrontamiento.
De alguna manera u otra, todos hemos transitado por ese espacio que deja heridas y cicatrices profundas de muchos tipos. En el último siglo se le ha dado mucha importancia en términos del bienestar emocional.
Pero cuando hablamos del efecto social que esto tiene, comienza un camino pedregoso porque entramos en los espacios de las distintas interpretaciones que esto tiene. Poniendo el foco en términos generales en eventos, situaciones, imprevistos y circunstancias dolorosas. Hace algún tiempo las ideas de Byung-Chul Han comenzaron a revolotear en mi cabeza y cuando dejo de lado las definiciones clásicas de trauma y entra la posibilidad de que en una cultura del rendimiento, el exceso de positividad, la hiperconexión a través de la tecnología, la competencia, la comparación constante con los demás, pueden contribuir a un tipo de trauma social caracterizado por la presión constante, la soledad y la autoexplotación, entonces me doy cuenta de que abordarlo desde ahí, es menos llamativo, no aparece en los tabloides y silencioso; me ha tocado ver cómo destruye y nos aniquila de a poco sin que nos demos cuenta.
Entonces me parece que entramos en la dinámica de pensar que esto genera un “cansancio” en la sociedad.
¿Será que estoy entrando en una contraposición al concepto tradicional de trauma? A mí me ha tocado ver en consulta cómo esto puede manifestarse en forma de depresión, ansiedad y agotamiento emocional.
Sin duda, atravesar situaciones dolorosas, cuando se abrazan con una mirada que permite saber que estas se pueden convertir en eventos transformadores, entonces en una sociedad inmersa en un trauma derivado del estilo de vida que llevamos, podríamos encontrar que desde ahí, existe un camino que nuevamente nos teja al valor de la vida, con un contacto más humano, más amoroso, en lugar de la productividad y la eficiencia donde poco a poco vamos perdiendo nuestros rituales, nuestra capacidad de asombro, de ternura, nuestra creatividad entre tantas cosas; esclavos de nosotros mismos.
Practicum 2024
El abordaje del Practicum 2024 del Instituto de Terapia Familiar CRISOL: “Prácticas dialógicas del Trauma a la Transformación” sin duda ampliará nuestra mirada, entrando en lo profundo donde el daño de algunos eventos que no son tan visibles, nos coloca hoy ante la disyuntiva de aprender de la experiencia y que esta nos hilvane hacia un espacio de mayor crecimiento. Abordar el tema del trauma social, es mucho más profundo y podría haber múltiples interpretaciones que podrían ser igual de válidas.
El presente artículo forma parte del Boletín: febrero 2024. Prácticas Dialógicas: del trauma a la transformación. Boletín Crisol. Año 1, Vol. 1.
Acerca de la autora
Claudia Gómez es terapeuta psicocorporal.
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